Yo Aborto, Tú Abortas, Todas Callamos. ROMPAMOS EL SILENCIO!

Natalia Gaitán: se mató el amor por otra mujer...

El 6 de Marzo es asesinada Natalia Gaitán por el padrastro de su novia, en Córdoba. Vivía en el Barrio Parque Liceo Segunda Sección, y trabajaba en el comedor del barrio. El miércoles 7 de Abril organizaciones sociales marcharon en las calles del centro de Córdoba para reclamar justicia por el crimen realizado por Daniel Torres, quién se oponía a la relación de su hijastra y Natalia, marcharon por la complicidad de las fuerzas policiales, por la complicidad del sistema de salud que dejó que se desangrara y luego que el cuerpo no se haya conservado. Espacio Feminista Irreverente, apoya esta lucha.

El asesinato, no fue un crimen pasional, fue la manifestación máxima de la violencia hegemónica patriarcal y herteronormativa, estructurada mediante el Estado, la iglesia, con la complicidad de la sociedad y de los medios de comunicación (in-comunicación); fue por lesbofobia, fue un crimen de género, que desconoce a las lesbianas como personas y “no reconocer al otro es invisibilizarlo, es matarlo”. La mataron, como ya han dicho otras organizaciones, por su clase social, por cómo se vestía. Esto es crimen de género, no como suele pronunciarse esta palabra diariamente para referirse al hombre o a la mujer (heterosexuales), en unas tristes palabras que dicen “luchemos por la igualdad de género”, que nunca incluye a lesbianas ni a travestis, ni a ningún/a transgénero.

Donde  muchas nos vemos reflejadas, se mató el deseo, se mató el amor por otra mujer, se mató por lo “socialmente prohibido”. En una sociedad que vive con una sensación placentera de igualdad, este hecho hizo ruido y tenemos que hacer más ruido, gritando todxs justicia por Natalia, gritando, luchando por un cambio social.

En el brazo del asesino, la ideología hegemónica, la violencia sistematizada. En nosotrxs no hay consenso, resistimos, luchamos, ¡nos manifestamos!

Unas palabras -feministas- por el 1ro de Mayo

"Vosotros, hombres de fe, ¿qué habéis hecho sino persuadirla (a la mujer) de lo irremediable de su servidumbre, hacerla adorar sus cadenas, nutrir sus almas con creencias destinadas a eternizar su cautiverio? Y ustedes, revolucionarios, ocupados en hacer y deshacer constituciones, ¿como no habéis pensado en que toda libertad será un fantasma mientras viva en esclavitud la mitad del género humano?"

La Palanca, revista del Órgano de la Asociación de Costureras,

1ro de mayo de 1908

¡1ro de Mayo! Día en el que los trabajadores y trabajadoras salimos a manifestarnos, a denunciar y a luchar contra este sistema capitalista patriarcal que nos explota, que abarata la fuerza de trabajo para lograr sus extraordinarias ganancias, que deja en la pobreza a millones de personas, que se sostiene en la extracción y el saqueo, en los negocios ilícitos como la trata y el tráfico de mujeres, que privatiza los recursos naturales y se apropia de nuestras tierras y territorios...

Pero además, en estas condiciones generales de precarización, se invisibiliza que son las mujeres sobre quienes este sistema se encarniza particularmente. Las mujeres realizamos más de la mitad del tiempo de trabajo en el mundo, sin embargo “del total del tiempo de trabajo masculino, las ¾ partes son remuneradas. Del total del tiempo femenino, sólo 1/3 obtiene remuneración” (OIT, PNUD). Y en los casos en que ésta se obtiene, muchas veces es menor a que lo que un varón cobra por ese puesto. A esto le sumamos otras condiciones laborales indignas: las presiones de la patronal misógina para no quedar embarazadas y poder mantener el empleo, y el constante acoso físico y sexual. No sólo somos esclavas laborales, también somos sus objetos sexuales.

Si hablamos de trabajos mal pagos, qué decir de ese trabajo oculto y descalificado, aquel que permite que los hombres vayan a trabajar cada mañana, el que limpia la casa, plancha las camisas y cuida lxs hijos (reproduciendo, para el capital, la futura mano de obra). No es casualidad que se las denomine ‘tareas domésticas’ y que se las pretenda adjuntar "naturalmente" a la lista de quehaceres que toda mujer debe realizar; pero ese trabajo no remunerado subvenciona entre el 25 y el 40% del PBI en ‘países desarrollados’ y representa un tercio de la producción económica mundial (ONU). Reconocer esta realidad, aun sabiendo que ni siquiera los datos oficiales saben reflejar de qué se trata nuestro "rol históricamente asignado", es la primera evidencia de la necesidad de incorporar nuestros reclamos: sin el trabajo no remunerado -adjudicado históricamente a las mujeres-, no habría capitalismo.

Hay muchas razones por las cuales protestar este 1ro de mayo junto con todos los compañeros que también están luchando por un sueldo correspondiente, por condiciones decentes de trabajo, y contra la precarización de la vida. Levantamos nuestras demandas estando convencidas de que nuestra lucha es una lucha por todos y todas, y reclamando que aquellas se reconozcan imprescindibles para la lucha contra la explotación. Lejos de lo que muchas veces nos dicen, no resta, sino que sumamos al recorrido que otras y otros ya han emprendido contra este sistema, y que debemos comprender en sus características actuales, enfrentando todas las estrategias y formas que adopta la opresión en cada rincón y hacia lxs distintxs sujetxs.

Este 1ro de Mayo convocamos a movilizarnos ¡en reclamo de nuestros derechos! ¡en lucha por la dignidad!

¡Sin mujeres no hay revolución!